A ti te hablo desconocido,
A ti que pusiste murallas en un principio.
A ti que rompes mis estructuras más profundas.
Disfruto de tu lejanía, de verte por completo.
Adoro tenerte cerca.
Ver en tus ojos reflejados los míos.
Ver tu sonrisa que tanto mezquinas.
Sentir como tú perfume desbarata mis sentidos.
Haces desaparecer mis prejuicios.
Me dejo llevar por tus instantes, tus pocas palabras, tus miradas...
Un mismo amor nos acerca, mientras el maldito oro nos separa.
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