lunes, 22 de abril de 2019

Mi oscuridad, tu luz.

Yo estaba oscura, nada en mi reflejaba los rayos del sol. Ni mis lágrimas iluminaban mi rostro.
En mi interior sólo había angustia, rencor, desesperación...no podía siquiera pensar en la posibilidad de salir de esa situación. Todo en mi era oscuro. Y aún así tu encontraste en mi la luz que yo no hallaba.
Llegaste y por cuestión del destino tenías la llave que habría mis cientos de candados. Me regalaste tus silencios cuando no quería nada escuchar, tus palabras cuando mis silencios quise matar y de tu mano me mostraste la salida. Secaste mis lágrimas y llenaste de risas mis días. Mis ojos volvieron a reflejar el brillo del sol y pude verte a ti reflejado en ellos también. La oscuridad se convirtió en penumbra poco a poco y en luz al final del camino. Abriste la puerta a un nuevo comienzo y te quedaste a mi lado sin importar cuántas veces he caído, cuántas veces he fallado.
Yo estaba rota y tú juntaste de nuevo todas las partes, aún las que me faltaban tú las hicistes nuevas. Todo lo que soy hoy es gracias a ti porque con tu amor me salvaste.

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pensamiento...

De nada sirve que escribas una historia con dos protagonistas y un final feliz si uno de ellos ya renunció a su papel.