martes, 1 de octubre de 2019

Tu mano.

Cómo describir como me sentí en aquel momento? Tan chiquita, tan insignificante, tan incapaz...rodeada de gigantes en un inmenso lugar. Qué podía yo ofrecerles? Me llené de miedos, la inseguridad otra vez golpeaba a mi puerta. Cómo podría yo lograrlo? Sin dudas ellos se habían equivocado al elegirme. Me sentí vacía sin nada para dar. Fue entonces que pude sentirte a mi lado... Me recordaste aquellos cuadernos donde te escribía cartas que nunca te leí. Me abrazaste y me diste paz. Me recordaste que de tu mano todo es posible y que no hay nada que temer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

pensamiento...

De nada sirve que escribas una historia con dos protagonistas y un final feliz si uno de ellos ya renunció a su papel.