El ascenso.
Corrían los años 50.Años en los que nada se
decía, todo se escondía por miedo al qué dirán. Años en los que el prestigio de
una familia lo era todo; la riqueza y la intachable imagen en la sociedad era
un sueño que nadie se atrevía a resignar.
Fue en aquellos días donde era típico ver
como las familias de clase media vestían con las mejores prendas a sus jóvenes
hijas para llevarlas a la plaza principal esperando que un muchacho de la alta
sociedad, aún soltero, vea en ellas algo especial y las convirtieran en sus
esposas; cuando Caroline conoció a su esposo Antonio, un hombre con una riqueza
incalculable, un prestigio y un trabajo envidiado por muchos.
Con una diferencia de casi 10 años entre
ellos su belleza adolescente sin esfuerzos lo sedujo y con apenas cruzar unas
pocas palabras logro convertirse en lo más deseado. Casi de inmediato sus
padres recibieron la petición de su mano en matrimonio. Todo sucedió muy de
prisa, escasamente compartieron una cena. Su casamiento fue arreglado entre sus
padres y él. Y cuando quiso darse cuenta ya estaba vestida con un hermoso y
caro vestido blanco a pasos del altar.
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