miércoles, 14 de septiembre de 2016

Hoy a ti desconocido te escribo.

Hoy a ti desconocido te escribo.
Fugaz fue el momento en que nos conocimos, nuestros nombres no preguntamos. No fueron muchas las palabras que cruzamos, sin embargo mucho supimos el uno del otro. Luego ya no nos vimos y ninguno se preguntaba por la ausencia del otro.
Pero un día nos cruzamos por casualidad en el lugar menos esperado. No pudimos evitar hablarnos y entre copa y copa, charla y risas, en un abrir y cerrar de ojos, nos encontramos uno con el otro. Inconscientemente nos involucramos y enredados en sabanas blancas terminamos. Al despertar decidí alejarme en silencio mientras aun dormías y nunca más buscarte. Ninguno de los dos buscaba algo “más” y vernos cara a cara  significaría complicarnos y forzar algo no tenia mayor explicación que el efecto del alcohol.
Me aleje y me juré no volver a pensar ni mencionar detalle de lo sucedido, pero como quien juega con las cartas equivocadas perdí…de repente el querer olvidar ya no tenía sentido cuando el día a día me lo recordaba, centímetro a centímetro mi cuerpo me hablaba de ti y mes a mes ya no podía ocultarlo. Aun así no te busqué. Pero como los caminos son torcidos nos volvimos a cruzar y al vernos ya no necesitamos de palabras para explicarnos qué pasó aquella noche. Tu cara de sorpresa se entremezcló con alegría e incertidumbre. Yo solo decidí no escapar.
Desde aquel día no te alejaste ni un minuto de nosotros…Lograste enamorarme como nadie nunca antes lo había logrado, me enseñaste que la vida es mejor si tienes con quien compartirla y que si las cosas no resultan como lo planeamos no significa que no podamos tener nuestro final feliz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

pensamiento...

De nada sirve que escribas una historia con dos protagonistas y un final feliz si uno de ellos ya renunció a su papel.