martes, 27 de diciembre de 2016

DESCONECTATE PARA CONECTARTE.

Que somos diferentes unos de otros, que no hay dos personas que piensen y actúen exactamente igual en éste mundo, es algo ya sabido por todos y es eso lo que hace que el caminar por la vida sea una experiencia llena de vértigo y con un sin fin de situaciones inesperadas. Pero a veces eso que hace tan especial ésta vida hace que se convierta en una situación abrumadora y desconcertante.
Hay personas que mienten, juegan contigo y con tus sentimientos, te desilusionan, te rompen el corazón y no les basta con hacerlo una vez sino que lo hacen en repetidas veces y el dolor se hace cada vez más fuerte. Hay personas que tienen un ego tan grande que no pueden ver a quien tienen al lado suyo y hay otras tantas que lo saben pero que simplemente no les interesa detenerse ni un instante para ver si están bien o si necesitan algo. Hay quienes sólo quieren destruir tus sueños, te ven en el suelo y siguen su camino sin extender su mano para levantarte.
A veces todo a nuestro alrededor es caos y sentimos que perdemos el control de todo. Pero antes de convertirte en el increíble Hulk y arrasar con todo y todos a tu paso, antes de dejarte llevar por la bronca y soltar palabras que hieran a quienes quizás no tienen nada que ver. Antes de explotar y liberar una onda expansiva negativa, destructora. Antes de todo eso VETE DE AHÍ!!! Vete de ese lugar donde te sientes sobrepasada...Sube a tú bicicleta y deja que la brisa te guíe hacia otro lugar, deja que tus pensamientos se liberen, acompañate sólo con tu soledad. Deja que la brisa te despeine,  y si llueve deja que se refresque tu rostro, que las gotas acaricien tu alma, que el viento se lleve tus penas. Cuando deje de llover, detente en cualquier lugar, sácate tus zapatos, deja que tus pies se hundan en el césped mojado. Conéctate de nuevo contigo, con lo más sencillo de tu alma, con lo que acelera los latidos de tu corazón. Y si la noche te sorprende, recuestate y piérdete en la inmensidad del cielo, cuenta las estrellas y si pierdes la cuenta comienza de nuevo. Conéctate con lo más simple y verás que al regresar ya no encontrarás motivos para estar triste, enojada. Pondrás tú mirada en aquello esencial, en lo que hace que tus ojos brillen, que tu sonrisa ilumine tu rostro y lo que antes te dolía, lo que antes te molestaba ahora ya no tendrá sentido.

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pensamiento...

De nada sirve que escribas una historia con dos protagonistas y un final feliz si uno de ellos ya renunció a su papel.