sábado, 23 de abril de 2016

Perdonar nuestros recuerdos

Las personas no recordamos cada instante de los 365 días del año de cada año vivido, sino que guardamos en nuestra memoria aquellos momentos que nos marcaron, ya sea con sonrisas o con lágrimas y se volvieron importantes, trascendentes en nuestras vidas.
Los recuerdos son imágenes de nuestro pasado que de vez en cuando nos visitan y otras tantas nos invaden y se adueñan de nuestro presente.
Siempre habrá un lugar, una persona, un objeto o incluso una fecha que nos invite a regresar por instantes a nuestro pasado.
Todo lo que vivimos nos hace ser lo que somos hoy, cada decisión, cada angustia, enfado nos llevó a tomar diferentes caminos, quizás muy distintos a los que hoy elegiríamos. Es por eso que a veces los recuerdos tienen el poder de enfrentarnos con aquellas situaciones del pasado con los que muchas veces no estamos conformes y que aunque ya pasó mucho tiempo aún nos movilizan y nos incomodan.
Por ésta razón muchas veces preferimos no recordar olvidándonos que implicaría olvidar parte nuestra, seríamos como un rompecabezas incompleto y muchas de nuestras cualidades o defectos se quedarían sin un porqué, sin un momento que lo justifique. No podríamos entender de cierto modo que nos lleva a actuar así en nuestro presente.
En nuestro pasado está la justificación de lo que somos hoy.
Entonces para liberarnos de esa incomodidad al recordar para poder mirar atrás sin rencor, dolor ni reproches tendremos que perdonar nuestro pasado, todas aquellas veces que nos paralizamos por miedo, todas aquellas decisiones equivocadas, todas aquellas elecciones que hicimos y que nos frustraron con sus resultados no esperados. Tenemos que liberarnos de nuestras culpas y rencores, dejar de castigarnos en nuestro presente. De ésta manera ya no estaremos amarrados a los recuerdos que cada vez que vienen a nuestra mente sólo nos generan dolor.
Tenemos que entender que cada persona, cada momento que vivimos sumaron su granito de arena para que nuestra sonrisa dure un segundo más y cada lágrima nos haga más fuertes.
El perdonar nuestros recuerdos no significa olvidar, sino reconciliarnos con lo que fuimos, recuperar el orgullo por lo que somos y abrir un camino lleno de paz y confianza hacia lo que seremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

pensamiento...

De nada sirve que escribas una historia con dos protagonistas y un final feliz si uno de ellos ya renunció a su papel.